La costa mediterránea de España está experimentando una avalancha de autocaravanas, lo que genera quejas de los vecinos y preocupación por la falta de áreas habilitadas para estos vehículos. Ahora, varias localidades de la Costa Blanca han decidido actuar.
Santa Pola y Elche refuerzan las restricciones
Santa Pola y Elche, dos municipios costeros de la provincia de Alicante, han visto cómo sus aparcamientos y espacios públicos cercanos a la playa son ocupados por autocaravanas. Según informa el medio costanachrichten.com, muchos de estos vehículos se estacionan durante semanas, convirtiendo las zonas en “campings ilegales”.
El malestar de los vecinos ha ido en aumento. Una usuaria en Facebook se dirigió al ayuntamiento de Elche preguntando: “¿Van a hacer algo con las autocaravanas en la Playa de Carabassí? Llevan más de un mes acampadas ilegalmente y ahora la playa huele como una letrina”.
Medidas drásticas para controlar la situación
Ante el creciente problema, la administración local de Santa Pola ha tomado decisiones contundentes. Se han instalado señales que prohíben la circulación de vehículos de más de 2,20 metros de ancho en los accesos al cabo de Santa Pola. Dado que una autocaravana promedio mide entre 2,20 y 2,40 metros de ancho, estas restricciones dificultan su presencia en la zona.
Además, el ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con la Guardia Civil para que la Policía Local pueda sancionar a los conductores que estacionen de manera indebida. Las multas por aparcamiento irregular pueden alcanzar los 200 euros. Por su parte, en la vecina región de Murcia, el municipio de Águilas ha instalado barreras de altura en las playas protegidas de Cuatro Calas para impedir el acceso de estos vehículos.
La concejala de seguridad de Santa Pola, Ana Blasco, señaló que la proliferación de autocaravanas en el cabo ha sido “una preocupación constante”, especialmente porque se trata de un espacio natural protegido. “Cada vez hay más y la situación se estaba volviendo insostenible”, afirmó. Por su parte, el jefe de la Policía Local, José Miguel Zaragoza, calificó la situación de “camping ilegal” que había tomado la Costa Blanca.
Ahora, los agentes informan a los conductores sobre la prohibición de acampar en la zona y les recuerdan que se encuentran en un área protegida.
Elche también endurece las normas
Las medidas ya están dando resultados. En el cabo de Santa Pola, la cantidad de autocaravanas ha disminuido drásticamente, aunque algunos conductores continúan ignorando las prohibiciones y han sido advertidos por la Policía.
Sin embargo, muchos de los campistas desplazados han optado por trasladarse a la costa de Elche, lo que ha generado nuevos problemas en la playa de La Marina. Para contener la situación, desde el 24 de febrero se aplican restricciones similares: los vehículos de más de 2,20 metros ya no pueden acceder a los caminos que llevan a la Playa de Carabassí y a la zona costera de La Marina. Las señales actuales son provisionales y se prevé que sean reemplazadas por otras permanentes antes de Semana Santa.
Según informó el Ayuntamiento de Elche, en las urbanizaciones cercanas a la playa se han recibido numerosas quejas por la presencia de autocaravanas aparcadas en vías públicas. El objetivo de estas restricciones es proteger el entorno natural, evitar el camping ilegal y prevenir el vertido de aguas residuales al mar, una situación especialmente preocupante en los meses de verano, cuando las playas están más concurridas.
Falta de áreas habilitadas y oposición a nuevos campings
El auge del turismo en autocaravana ha generado un problema cada vez más común en la costa española. En la Costa Blanca, la falta de áreas adecuadas para estacionar y pernoctar es una queja recurrente entre los viajeros. Sin embargo, la creación de nuevos campings tampoco es siempre bien recibida. Actualmente, grupos ecologistas se oponen a la construcción de un complejo de lujo en la región, alegando un impacto negativo en el medio ambiente.
El debate entre la regulación del turismo en autocaravana y la conservación del entorno sigue abierto, pero las autoridades locales han dejado claro que no permitirán que las playas se conviertan en campings improvisados.