Curiosity descubre huellas de antiguas aguas subterráneas en una región inexplorada de Marte

Curiosity descubre huellas de antiguas aguas subterráneas en una región inexplorada de Marte

Formaciones únicas en el cráter Gale

El rover Curiosity de la NASA ha detectado señales claras de la existencia de aguas subterráneas antiguas en Marte. Según anunció la agencia espacial estadounidense, el hallazgo tuvo lugar en las laderas del Monte Sharp, dentro del cráter Gale, donde el vehículo aterrizó en 2012. En esa zona, Curiosity ha identificado una serie de crestas bajas que se entrecruzan y que, según los científicos, forman un patrón denominado “boxwork”, similar a una cuadrícula o caja.

Estas crestas no superan unos pocos centímetros de altura, pero su disposición y composición han llamado la atención del equipo científico. Se cree que estas formaciones se originaron cuando el agua subterránea se filtraba a través de las rocas, depositando minerales que endurecieron con el tiempo. Mientras los océanos marcianos se evaporaban y el viento erosionaba las rocas, los minerales permanecieron, fortaleciendo las crestas. Sorprendentemente, este tipo de formaciones no había sido identificado antes, ni siquiera por los orbitadores que estudian el planeta desde el espacio.

Un enigma geológico singular

Ashwin Vasavada, científico del proyecto Curiosity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, explicó: “Un gran misterio es por qué estas crestas se endurecieron con estos patrones tan marcados y por qué solo aparecen aquí”. Según señaló, el equipo continuará analizando tanto las crestas como los minerales que las cementan para verificar su hipótesis sobre el proceso de formación.

Capas que cuentan la historia del agua

La exploración del Monte Sharp permite al rover recorrer capas de sedimentos que corresponden a distintas épocas de la historia marciana, muchas de las cuales se remontan al tiempo en que el planeta aún tenía agua líquida. En la región actual donde trabaja Curiosity, se ha identificado una capa con abundantes sulfatos de magnesio, minerales salinos que se forman a medida que el agua se evapora.

El patrón “boxwork”, combinado con la presencia de vetas blancas de sulfato de calcio en fracturas diminutas de la roca, sugiere que el agua subterránea siguió fluyendo en Marte incluso después de que comenzara el proceso de secado del planeta.

Arcillas: posibles cápsulas del tiempo de vida antigua

Otro descubrimiento de gran relevancia es la presencia de amplias formaciones de arcilla en distintas zonas de Marte. Estos depósitos, que se extienden por áreas bajas y cercanas a antiguos lagos, pero lejos de los antiguos valles fluviales, podrían guardar indicios de vida pasada. La clave es que la arcilla solo se forma en presencia de agua abundante, por lo que se considera un indicador de posibles ambientes habitables.

La geóloga Laura Moore explicó que estas áreas presentan mucha agua, pero poca actividad tectónica o movimientos de terreno, lo que las hace muy estables. Esta estabilidad habría permitido la acumulación de capas de arcilla sin que fueran erosionadas por corrientes rápidas.

“Si tienes un terreno estable, no estás alterando los entornos potencialmente habitables. Las condiciones favorables podrían haberse mantenido durante largos períodos”, añadió Moore.

Paralelismos con la Tierra

Tim Goudge, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Texas en Austin, observó que los ambientes donde se acumulan grandes cantidades de minerales de arcilla en la Tierra suelen ser regiones húmedas con poca erosión física. En Marte, aunque falta humedad, se da esa segunda condición: ausencia de erosión significativa.

Además, al no tener tectónica de placas como la Tierra, la superficie marciana no se renueva constantemente, lo que contribuye a la preservación de antiguas formaciones geológicas. Hace miles de millones de años, el clima era más suave y lluvias esporádicas o estanques podrían haber descompuesto lentamente las rocas volcánicas, transformándolas en minerales de arcilla sin que inundaciones arrasaran con los sedimentos.

El misterio de las rocas carbonatadas

Estas mismas condiciones que favorecieron la formación de arcillas podrían explicar otro enigma marciano: la escasez de rocas carbonatadas. En la Tierra, el CO₂ volcánico reacciona con la corteza para formar depósitos de piedra caliza, pero en Marte, sin actividad tectónica que aporte nueva lava, ese ciclo se interrumpió.

El estudio sugiere que el CO₂ pudo permanecer en la atmósfera por más tiempo, calentando el planeta y acelerando la meteorización lenta que generó arcillas. Al mismo tiempo, al encapsular los subproductos de esta meteorización en capas minerales impermeables, el desarrollo de las arcillas pudo haber impedido la formación de carbonatos.

Un paisaje que cuenta la historia de Marte

Los hallazgos de Curiosity, desde las crestas de boxwork hasta las capas de arcilla, dibujan un panorama más complejo de la historia del agua en Marte. Un planeta que alguna vez albergó lagos, aguas subterráneas y climas más templados, y que aún guarda en sus rocas respuestas sobre su pasado potencialmente habitable.