La noticia
En pleno verano murciano, cuando las temperaturas alcanzan cifras más propias de un horno que de una terraza acogedora, el restaurante Las Cumbres ha decidido anteponer el bienestar de sus empleados a cualquier otra consideración. En una jornada sofocante, cuando el termómetro superaba los 40 grados, algunos clientes insistieron en almorzar al aire libre, pero la respuesta de los responsables del local fue contundente: la terraza permanecería cerrada a mediodía. No se trataba de una falta de voluntad para servir a los comensales, sino de una decisión tomada con plena consciencia de que ningún camarero debería soportar tal calor para satisfacer incluso a los más obstinados gourmets.
Situado en Cabeza de Torres, Las Cumbres explicó su decisión a través de un tuit que rápidamente se hizo viral, tal y como relata La Vanguardia. En la breve declaración, el restaurante dejó claro que cerrar la terraza durante las horas más calurosas del día no solo es una cuestión de sentido común, sino también de responsabilidad hacia sus empleados. “No vamos a hacer que ningún camarero trabaje a más de 40 grados”, escribieron, añadiendo que el servicio al aire libre solo estará disponible por la noche, cuando la brisa nocturna hace la experiencia más agradable y segura para todos. Esta postura ha generado una avalancha de reacciones en las redes sociales.
Muchos han aplaudido la decisión, elogiando la atención del restaurante hacia su personal: “Esta actitud os honra y debería ser un ejemplo para todo el sector de la hostelería”, comentó un usuario, mientras que otros subrayaron la importancia de respetar también las normativas laborales, como el pago de horas extras. En definitiva, en una época en la que la atención al cliente suele ser prioritaria, Las Cumbres ha cambiado la perspectiva, colocando a los trabajadores en el centro de la escena. Aunque algunos clientes se sintieron decepcionados por tener que renunciar al almuerzo al aire libre (no faltaron, de hecho, las críticas de rigor), la mayoría de los comentarios mostró comprensión y apoyo. Al fin y al cabo, ¿quién no apreciaría un establecimiento que no solo ofrece comida de calidad, sino que lo hace con un ojo atento a la salud y al bienestar de quienes cada día se esfuerzan por brindar una experiencia gastronómica adecuada?
A medida que la ola de calor sigue azotando España, otros establecimientos podrían seguir el ejemplo de Las Cumbres, demostrando que la calidad del servicio no se mide solo por el plato en la mesa, sino también por el respeto hacia quienes, con pasión y dedicación, lo sirven. En una industria que a menudo es acusada de ser despiadada y sin escrúpulos, este pequeño restaurante de Murcia ha tomado una decisión contracorriente, recordando a todos que el calor de la hospitalidad nunca debe convertirse en una carga insoportable para los trabajadores.