El Louvre reabrió sus puertas el miércoles por la mañana por primera vez desde el descarado saqueo de las joyas de la corona francesa.
La policía todavía está buscando a cuatro ladrones que se llevaron ocho piezas valiosas en un robo a plena luz del día a sólo cuatro minutos de la Sala Apolo del museo.
La fiscal parisina Laure Bequeu reveló el martes en una entrevista televisada que el valor estimado de las joyas robadas era de 88 millones de euros. (102 millones de dólares).
El director del museo, Laurence des Cars, se enfrentará a un interrogatorio por parte del comité de cultura del Senado francés más tarde el miércoles, ya que el incidente provocó indignación nacional por la seguridad en importantes sitios culturales.
El robo asestó un duro golpe al orgullo francés, ya puesto a prueba por el malestar político y el malestar social. El ministro del Interior francés afirmó el lunes que el robo había dado al país una imagen “negativa” y “triste” en el escenario mundial.

















