Según los cálculos de la UEFA, la Eredivisie holandesa es la sexta mejor liga del fútbol europeo. Según los cálculos de la Eredivisie en lo que va de temporada, el Go Ahead Eagles es su duodécimo mejor equipo.
Así que vístelo como quieras: el problema desafortunado, el inevitable obstáculo después de cinco victorias consecutivas, la piel de plátano, suceden, no es gran cosa, elige. En este caso todo el mundo está claramente equivocado.
Lo que Villa produjo en la segunda mitad en este encuentro de 90 minutos desde Ámsterdam fue nada menos que aterrador. Es un estudio perfecto sobre cómo encontrar una manera de perder.
Unai Emery siempre estuvo comprometido a hacer cambios con el Manchester City el próximo domingo en la liga y no estaba exactamente alerta para ver un total de siete, incluso si Harvey Elliott, quien nuevamente estuvo extrañamente no utilizado esa noche, fue una omisión notable.
Era un once inicial que tenía un valor de honorarios de más de £250 millones, sin incluir los honorarios de préstamo ni el exorbitante tope salarial que Villa le debía a Jadon Sancho. Por el contrario, los Go Ahead Eagles tuvieron ingresos de sólo £18,1 millones la temporada pasada. David contra Goliat en todo su esplendor.
Ese enorme abismo fue evidente durante los 41 minutos jugados con un equipo de Villa con sólo tres victorias de 12 esta temporada. Sinceramente, un equipo que mira en un ámbito diferente al de Villa.

Emi Buendia (izquierda) falla un penalti y el Aston Villa solo tiene la culpa de la derrota por 2-1

Adelante Los Eagles son ahora el duodécimo mejor equipo de Holanda y Villa estaba contento
Un centro de Sancho lo despejó Ivan Gessand a los cuatro minutos.
Villa continuó dominando, acampó en la mitad de los Eagles y tuvo cinco tiros más a puerta antes del descanso con Ollie Watkins, una actuación mediocre en todos los aspectos y la conversación más incómoda del ciclo de la Copa del Mundo, desperdiciando una oportunidad de oro. Para Villa fue fácil. El problema fue muy fácil.
Entonces llegó la complacencia. Cinco victorias seguidas, se imaginaban, eliminando cómodamente a un equipo muy por debajo de su nivel, y el Villa sólo tiene la culpa de la derrota posterior.
Los Go Ahead Eagles realizaron diecinueve pases en la mitad de Villa en los primeros 45 minutos. Tenía una expectativa de goles en juego abierto (xG) de 0,02.
Y, sin embargo, en el descanso estaban empatados en una jugada a balón parado, con cuatro de sus ocho goles concedidos en la Premier League provenientes del talón de Aquiles de Villa, algo que cualquier ojeador podría haber predicho.
Luego, un simple balón largo, Ian Matsen, ansioso por jugar, se quedó dormido, Pau Torres no lo hizo mucho mejor y entró. Las Águilas tocarían el balón dos veces más en el área de Villa durante todo el juego y, gracias al lamentable penalti esquiado de Emi Buendía al final, aun así ganaron.
Villa puede ganar la Europa League y por algo es el favorito de las casas de apuestas. Pero es un claro recordatorio de que la arrogancia, la complacencia y la forma en que eliges vestir a esa patética segunda mitad no los llevarán a ninguna parte.