Por Mark Scolforo
Sam Rivers, bajista de la banda de nu metal Limp Bizkit, murió el sábado, según publicaciones de sus compañeros de banda en las redes sociales.
La banda no reveló dónde murió Rivers ni las circunstancias, pero lo elogió como “pura magia” y un “alma en el sonido”.
“Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam aportó una luz y un ritmo que nunca serán reemplazados”, escribió en la publicación del grupo en Instagram. “Su talento era natural, su presencia inolvidable, su corazón enorme”.
Rivers, de 48 años, habló sobre el consumo excesivo de alcohol que le provocó una enfermedad hepática. Dejó la banda en 2015 y recibió un trasplante de hígado antes de reunirse con Limp Bizkit tres años después.
Fred Durst, líder y cantante principal de la banda, publicó un video el domingo por la mañana explicando cómo se conocieron en un club en Jacksonville Beach, Florida, y luego actuaron y actuaron en todo el mundo. Durst dijo que ha derramado “galones y galones de lágrimas desde ayer”.
“Él realmente ha impactado al mundo y seguirá dando con su música y su don”, dijo Durst. “Lo amo mucho”.
Durst compartió el amor por la música grunge con él y Rivers, nombrando a las bandas Mother Love Bone, Alice in Chains y Stone Temple Pilots.
“Tenía este tipo de habilidad para sacar esta hermosa tristeza de un bajo que nunca había escuchado”, dijo Durst, calificando a Rivers como “un genio que no puedo explicar”.
Con raíces en Jacksonville, Florida, Limp Bizkit surgió a finales de los 90 con un sonido que combinaba rock alternativo, heavy metal y rap.
Su extravagante sentido del humor se refleja en los títulos de su exitoso álbum del año 2000, “Chocolate Starfish and Hot Dog Flavored Water”, y en el sencillo lanzado el mes pasado, “Making Love to Morgan Wallen”.
Limp Bizkit abrió para Metallica en una gira reciente que incluyó una fecha en junio en el Lewis Stadium de Santa Clara. Tiene programada una gira por Centro y Sudamérica que comenzará en la Ciudad de México a finales de noviembre.
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